Con buena parte de los cines de Barcelona todavía sin reabrir sus puertas los cines Méliès de la ciudad no volverán a alzar la persiana y desaparecen definitivamente después de 24 años programando cine de autor en versión original y haciendo proselitismo del amor por el cine clásico. La crisis del coronavirus que ha afectado de manera especial a las salas cinematográficas ha sido la puntilla para los Méliès, sumándose a problemas como la mala sintonía con la propiedad del inmueble. En los últimos tiempos, las muy apreciadas salas de la calle de Villarroel habían sufrido diversas vicisitudes como un incendio, una inundación y la caída del techo de la sala 2. Los Méliès se inauguraron el 20 de diciembre de 1996 con El gran carnaval, de Billy Wilder.