Este sábado 28 de agosto se cumlen 100 años del nacimiento del actor cineasta y escritor Fernando Fernán Gómez, gran exponente contemporáneo de las artes españolas, fallecido el 21 de noviembre de 2007 debido a una insuficiencia respiratoria a los 86 años. Nacido en Lima el 28 de agosto de 1921, a los tres años se desplazó a Madrid y, en esta ciudad, comenzó a estudiar Filosofía y Letras. Sin embargo, poco tardó en cambiar los libros por las tablas en unos tímidos inicios en la compañía de Teatro de Laura Pinillos. Como actor, siguió creciendo interpretando comedias de Enrique Jardiel Poncela, antes de debutar en la gran pantalla en 1943 con la película Cristina de Guzmán. A esta cinta le seguirían trabajos con José Luis García Berlanga o Juan Antonio Bardem, entre otros realizadores, aunque hasta la década de los setenta no logró consolidarse sin fisuras como gran intérprete, con papeles arriesgados en algunas de las películas más innovadoras de la época: El espíritu de la Colmena, La Leyenda del Alcalde de Zalamea, Ana y los Lobos, El anacoreta, Los restos del naufragio o Mamá cumple 100 años, entre otras. Como director destacan entre sus trabajos iniciales La vida por delante (1958), La vida alrededor (1959) o El extraño viaje (1964). Ya en los ochenta, comenzó incursiones como director con dos películas que le valdrían sus dos primeros Goya. Mambrú se fue a la guerra le coronó como mejor actor en 1985, mientras que El viaje a ninguna parte le valió el galardón al mejor realizador de 1986. Pero Fernán Gómez no era sólo un actor, ni siquiera también un director. Saltó del campo estrictamente escénico y cinematográfico al de las letras, siendo uno de los escritores más relevantes de la dramaturgia española. Recibió el premio Lope de Vega de teatro por su obra más conocida, Las bicicletas son para el verano, posteriormente adaptada al cine.