Cannes, día 5: Seis años después de alzarse con el premio al mejor director por Los exámenes, Cristian Mungiu vuelve a la competición del Festival de Cine de Cannes con un largometraje que evoca la aceptación del prójimo en el microcosmos altamente codificado y desafiante con el extranjero de un pequeño pueblo. Con R.M.N., el cineasta rumano recuerda que el hombre es solo un elemento en medio del mundo y que no hace falta demasiado para que un ser humano despierte el lado oscuro que alberga en su interior. Para ello se inspira en un acontecimiento que tuvo lugar en Rumanía a principios de 2020. A medida que iba descubriendo los detalles de los hechos, me di cuenta de lo frágiles que son las nociones de empatía y humanidad. No obstante, no hace falta demasiado para que un ser humano despierte el lado oscuro que alberga en su interior. Por otro lado, Ruben Östlund, que ganó la Palma de Oro en 2017 con The Square, vuelve para presentar Triangle of Sadness (El triángulo de la tristeza). Ambientada en el mundo de la moda, muestra a una pareja de modelos e «influencers» que se embarca en un yate para realizar un crucero de lujo, lo que les permite saturar sus redes sociales con fotos, cada cual más envidiable que la anterior, hasta que un día, una tormenta lo altera todo. Finalmente, el documental L’ombre de Goya par Jean-Claude Carrière, de José Luis López-Linares, rodado en España justo antes de la pandemia, sigue al brillante escritor y antiguo colaborador de Luis Buñuel en su travesía tras los pasos del pintor Francisco de Goya (1746-1828).