El director de Tulpan, Sergey Dvortsevoy, vuelve al Festival de Cine de Cannes con Ayka, un drama que trata sobre las condiciones de vida precarias de una mujer confrontada a un dilema moral. El filme narra la ardua realidad de una mujer sin empleo y endeudada que acaba de dar a luz a un hijo que no puede mantener. Con Ayka, Dvortsevoy vuelve a retratar la realidad de su época y entrega una obra a medio camino entre la ficción y el documental, inspirándose en el género que marcó sus inicios detrás de la cámara. Por otro lado, el ganador de la Palma de Oro con Winter sleep, Nuri Bilge Ceylan presenta Ahlat Agaci (The Wild Pear Tree), un drama sobre la relación conflictiva entre padre e hijo. El filme muestra a un hombre que siempre ha querido ser escritor. Cuando regresa a su pueblo natal en Anatolia dedica su energía a conseguir el dinero que necesita para publicar su libro, pero las deudas de su padre se convierten en un obstáculo. Y a pesar de que intenta saldarlas, va sintiendo que su destino se parece inevitablemente al de su padre. El director utiliza una serie de experiencias dolorosas para ilustrar la lucha del personaje, quien, además de tener un sentimiento de culpabilidad, siente que es diferente, aunque no puede explicar por qué. Llega a su fin la sección «Una cierta mirada», que ha contada con 18 película en competición, seis de los cuales eran ópera primas. El Jurado, presidido por Benicio Del Toro, otorga su premio principal a Gräns (Border), de Ali Abbasi. Además, el premio a la mejor dirección recae en Donbass, de Sergei Loznitsa, que inuguró la sección; el de interpretación en Victor Polster, por Girl, de Lukas Dhont; el de mejor guión es para Sofia, de Meryem Benm’barek; y el especial del jurado en Chuva é cantoria na aldeia dos mortos, de João Salaviza y Renée Nader Messora.