La difusión de la última película de Roman Polanski está siendo perturbada en París y varias capitales de provincias por manifestaciones de jóvenes que bloquean las entradas a los cines donde se proyecta El oficial y el espía con pancartas y muchos gritos de «¡Polanski violador! ¡Difusores cómplices!«. En París, las jóvenes manifestantes han bloqueado durante algún tiempo, las entradas a varios de los cines más populares de la capital en la Plaza del Odeón, en el corazón más juvenil de la capital, donde se proyecto la última película de Polanski. Las manifestantes, jóvenes y muy jóvenes, se dicen solidarias de la actriz Valentine Monnier, cuando esta afirma haber sido violada por el director de cine, en 1975.