El español Antonio Chavarrías presenta en la Berlinale el thriller psicológico Dictado, un «cuento oscuro de estructura clásica, que arranca de una niña perdida y nos sumerge en (la idea de) que el mal puede nacer de la inocencia«, explica. La cinta, en la que destaca el trabajo de Bárbara Lennie, se centra en una huérfana, Julia, traumatizada por el suicidio de su padre y a la que acoge una pareja. Pero lo más destacado de la jornada, sin embargo, es la película de los hermanos Paolo y Vittorio Taviani, Cesare deve morire, en la que unos presidiarios reales representan el Julio César de William Shakespeare como parte de un proyecto de rehabilitación. Los cineastas declara que «Shakespeare es para nosotros el padre, el hijo y el hermano. Un genio. Lo que dijo en vida sigue siendo vigente hoy«. Los Taviani recibien la primera ovación de esta Berlinale, que más allá de la simpatía hacia los presos, «ellos son también seres humanos, y de su confrontación con Shakespeare surge toda esa humanidad«, repite Vittorio, se dirige a su calidad y valentía. Por otra parte, la representación alemana también es recibida con agrado y corre a cargo de Christian Petzold, quien muestra Barbara, ambientada en la extinta Alemania comunista, donde todo ciudadano era observado hasta su intimidad más profunda por la policía política, la Stasi.
En secciones paralelas la actriz estadounidense Angelina Jolie acapara la atención con su debut como realizadora en In The Land Of Blood And Honey, historia de un amor imposible entre Daniel -serbio- y Ajla -bosnia- en pleno conflicto armado en los Balcanes. Jolie declara que «esto no es un documental, es una interpretación de lo que fue el conflicto. Hay muchas historias diferentes que contar de esta guerra y muchas versiones diferentes«. Así mismo, la actriz española Victoria Abril participa en The woman who brushed off her tears, una coproducción francoturca de la cineasta macedonia Teona Strugar Mitevska sobre dos mujeres que deben imponerse en un mundo dominado por los hombres.(11/02/12)