Varios centenares de personas se han concentrado hoy ante el Ayuntamiento de Gijón contra la decisión de la Concejalía de Cultura de la ciudad de cesar a José Luis Cienfuegos como director del Festival Internacional de Cine de Gijón (FICXixón). El concejal de Cultura del Ayuntamiento, Carlos Rubiera, de Foro Asturias, nombró ayer al cineasta gijonés Nacho Carballo responsable del Certamen en sustitución de Cienfuegos, que ocupaba el cargo desde 1995. Al grito de «Rubiera, dimisión» y «no se vende la cultura«, los manifestantes, convocados a través de las redes sociales, protestan contra la destitución de Cienfuegos. Por otra parte, unos 140 representantes del mundo de la cultura en Asturias han redactado un manifiesto para mostrar su descontento tanto en la forma como en el fondo de la decisión tomada por el Ayuntamiento y para dar su apoyo al director destituido. Cienfuegos, por su parte, reivindica mediante un comunicado el prestigio nacional e internacional que alcanzó el certamen durante su gestión gracias al esfuerzo de su equipo de colaboradores.
El comunicado de Cienfuegos:
Ante mi cese por parte del Ayuntamiento de Gijón como director del Festival Internacional de Cine de Gijón, y con el solo deseo de corresponder al legítimo interés mostrado por los medios de comunicación regionales, nacionales e internacionales por conocer mi opinión sobre mi destitución, hago la siguiente declaración, que es la única que debe considerarse como expresada públicamente.
1. Balance de cuentas y cifras de espectadores de la 49 edición del FICXixón
Cumplida la 49 edición y prácticamente cerrado el presupuesto, son las fechas en las que estamos precisamente las tradicionalmente habituales de comparecer ante los medios de comunicación y ofrecer el balance económico y el informe completo de asistencias del pasado certamen celebrado a finales de noviembre de 2011. Una vez más, tengo la satisfacción profesional y personal de comunicar, en nombre de todo mi extraordinario y competente equipo, corresponsable de los resultados, unos resultados indiscutiblemente favorables, y que se pueden resumir así:
En el capítulo económico, el balance espero sea elocuente al menos según indica el 20 % de incremento en taquilla.
En el capítulo de repercusión cultural hacia la sociedad asturiana, el único indicador objetivo que puedo ofrecer es el referido a la asistencia de espectadores a las salas. Un año más, se ha reiterado la línea ascendente de número de espectadores, habiéndose producido un incremento constatado según criterios estrictos contables de un 10% respecto a la edición del año 2010. En números, este incremento se traduce en más de 75000 espectadores, de los cuales 55000 se contabilizaron en salas. Puesto que esta rendición de cuentas coincide con el final de mi trayectoria en el FICXixón, debe saberse que cuando accedí a la dirección del certamen en 1995, el número de espectadores pasaba algo de los 10.000 espectadores.
2. Balance de la dirección del Festival Internacional de Cine de Gijón de 1995 a 2011
El Festival Internacional de Cine de Gijón, tal como se le conoce hoy nacional e internacionalmente y que deja el equipo y las sucesivas personas que a lo largo de estos años tuve el privilegio de dirigir, no siempre «estuvo ahí», esto quiero que quede muy claro, pues es mi reivindicación y reconocimiento personal y público del esfuerzo y la dedicación muy profesional de mi equipo y de todas las personas que lo integraron.
Tras unos comienzos de mucho esfuerzo, disgustos y enfrentamientos que siempre rehuimos, pero que nunca dejamos de afrontar por responsabilidad y total convencimiento de que la línea de programación por la que arriesgadamente apostamos, lo cual suponía en el fondo y en la forma un modelo de programación inédito en nuestro país, todos juntos, gestores incluidos, conseguimos construir un Festival con un prestigio reconocido en los circuitos de certámenes cinematográficos y en los medios de comunicación nacionales e internacionales, incluso desde la disensión crítica hacia el FICXixón.
Hemos procurado a lo largo de estos años, por principio, estar atentos y reflejar las últimas tendencias de cada momento, pero siempre con el convencimiento de que nuestros espectadores sabrían entender el juego que supone participar y sumergirse cada año en un festival de cine, juego que conlleva la regla no escrita según la cual un festival de cine, como cualquier evento cultural, no puede replicarse clónicamente año tras año hasta el hastío y la extenuación. En ocasiones hemos fallado de lleno. Pero creo que la mayoría de las veces, hemos acertado casi, diría con sano orgullo, «estrepitosamente».
Hemos intentado con escrúpulo actuar libres de prejuicios y siempre indiferentes a los ídolos de la tribu. En este aspecto, creemos que hemos contribuido humildemente a «foguear» la crítica cinematográfica especializada nacional, pues siempre hemos estado dispuestos a asumir el pequeño riesgo de acoger los inicios de críticos jóvenes recién salidos de la Universidad o periodistas de publicaciones independientes y minoritarias en los que veíamos, sin más criterio que nuestra intuición, talento y futuro. Muchos de ellos, posteriormente se han revelado como grandes críticos de las revistas de cine más importantes. Nuestra humilde aportación en este contexto, ligado a la difusión de la cultura cinematográfica, suponte un orgullo especial.
También en el ámbito de la difusión a la sociedad en general de la cultura cinematográfica, pusimos en marcha proyectos que resultaron finalmente tan estimulantes como valiosos. Quiero recordar especialmente la maravillosa e importante aventura de los Nuevos Cines, emprendida con nuestros cómplices de las diferentes filmotecas españolas, ese Universo Media, modelo y espejo de curso de Extensión donde se fijaron universidades de toda España o la sección Enfants Terribles donde gracias a la implicación de buena parte de la comunidad educativa asturiana abrimos los ojos a decenas de miles de jóvenes que de pronto descubrieron que había otros tipos de cine. Las numerosas publicaciones y libros a los que dieron lugar estas apuestas son un testigo permanente de nuestro inequívoco compromiso con la transmisión a la sociedad de la cultura del cine.
Sólo me resta ya, pues nada más deseo añadir que sea verdaderamente importante o interese públicamente, manifestar mi agradecimiento inmenso y, desde luego, incomunicable a mi equipo, un equipo cohesionado, solidario y generoso en el trabajo, en suma, un grupo de personas entusiastas del cine y la difusión de la cultura. Todos juntos construimos un festival ambicioso desde el punto de vista artístico, pero alejado de imposturas y solemnidades, siempre cercano y abierto, habiéndonos desprendido finalmente de incómodas etiquetas que se nos atribuyeron sin quererlo ni buscarlo, un lastre que dejamos atrás para que finalmente se viera el Festival que deseábamos, un festival accesible , participativo, exigente y, según dicen los medios especializados, riguroso.
Pero deseo expresar también, y en no menor grado, mi agradecimiento a las diferentes corporaciones e instituciones públicas y privadas que confiaron en nosotros, a los hosteleros de la ciudad, siempre dispuestos a ayudar al Festival, y a los medios de comunicación que tuvieron la paciencia de entender y esperar una apuesta en principio tan arriesgada.
Dejo para el final quizá mi agradecimiento más especial, mi agradecimiento al público de Gijón, de Asturias y a los numerosos fieles que, año tras años, se acercaban de diferentes ciudades y comunidades de toda España para disfrutar de nuestro certamen. Y gracias, ante todo, a la ciudad de Gijón. Gracias por vuestro apoyo, pero sobre todo gracias por el cariño. Gracias.(12/01/12)