Una adolescente recuada más de 200.000 firmas en un esfuerzo por cambiar la clasificación R (la cual pide que los menores de 17 la vean acompañados de un adulto) que le dieron al documental sobre el hostigamiento escolar Bully, de Lee Hirsch, en Estados Unidos
Katy Butler, de 17 años, se ha reunido con representantes de la MPAA y les ha entregado cuatro cajas con papeles que contienen las firmas que recaudó en Internet. La chica insta a la organización a cambiar la clasificación de la película a PG-13 (no apta para menores de 13 años) para que más gente pueda ver el documental. Bully sigue la vida de cinco víctimas de hostigamiento escolar y sus experiencias durante un año escolar.
Sin embargo, la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (MPAA), una de las organizaciones encargadas de la clasificación de las películas en el país, no quiere hacer el cambio para la cinta que está precisamente dirigida a adolescentes, dijo la joven activista. Joan Graves de MPAA dice que a pesar de que Bully es una «película maravillosa» la principal responsabilidad de la organización es proporcionar información a los padres sobre el contenido de las películas. Bully tiene una clasificación R por que en ella se dicen «groserías».