El año 2018 arranca con una la publicación de una carta en los diarios The New York Times y La Opinión, que asegura continuidad a uno de los escandalos que sacudió el mundo del cine en 2017, el de Harvey Weinstein. Más de 300 mujeres de Hollywood, entre ellas las actrices Meryl Streep, Reese Witherspoon, Jennifer Aniston y Eva Longoria, lanzan un fondo de defensa legal destinado a ayudar a las mujeres con menos recursos a defenderse de posibles abusos sexuales en el entorno laboral. La iniciativa parte de la base del movimiento #MeToo («Yo también»), que insta a las mujeres de todo el mundo a denunciar los abusos sexuales en su contra, y que cobró impulso a raíz de las acusaciones contra el poderoso productor cinematográfico Harvey Weinstein. En la carta, la coalición de actrices, directoras, productoras y otras trabajadoras de la industria del cine, la televisión y el teatro se dirigieron a sus «hermanas» en sectores menos lucrativos de la economía de Estados Unidos. Para ello, pusieron en marcha un fondo de defensa legal llamado «Time’s Up» («Se acabó el tiempo«), que ya suma 13 millones de dólares en donaciones y que busca ayudar a esas mujeres con salarios bajos a protegerse de las consecuencias que puede tener denunciar los abusos sexuales.