El director de cine navarro Montxo Armendáriz recibe el premio Eusko Ikaskuntxa-Laboral Kutxa en un acto celebrado en Pamplona con la presencia, entre otros, de la presidenta navarra, Uxue Barkos, y del lehendakari vasco, Iñigo Urkullu. Este galardón reconoce cómo su obra «retrata de forma inconfundible a toda una generación a través de historias cotidianas«. Armendáriz, el primero en recibir como director de cine la citada distinción, recuerda «la importancia del cine como vehículo de comunicación y expresión humana«. «Mi sueño se hizo realidad y mi vida quedó unida al cine«, recalcaca para agregar sobre la distinción que también forma parte de los «grandes profesionales» que le ayudaron y enriquecieron profesionalmente. Para Armendáriz, «vivimos tiempos complejos y convulsos» y, por ello, ha recordado las palabras del director de cine Robert J. Flaherty en el sentido de que «hoy más que nunca el mundo tiene necesidad de promover la comprensión mutua de los pueblos«. El lehendakari Íñigo Urkullu destaca sobre Armendáriz que ha supuesto «un auténtico revulsivo» en el sector de la cinematografía así como que «ha contado historias universales y ha contribuido a ensanchar la cultura«. La presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, resalta su «sensibilidad, honestidad y sencillez«, y que sus películas que «apelan a una trayectoria personal que se traduce en películas cargadas de humanidad«. El presidente de Laboral Kutxa, Txomin García, alaba el «compromiso social que subyace» en el cine del navarro, a quien califica como «creador de cine imprescindible«. Iñaki Dorronsoro, presidente de Eusko Ikaskuntxa, explica que Armendáriz está «dotado de un mundo propio» del que es «difícil no sentirse humanamente implicado«.