El Festival de Cine de Venecia se aproxima a su recta final con una irregular jornada que mantiene la tónica de días anteriores. El realizador australiano Warwick Thornton presenta Sweet Country, película basada en hechos reales que se desarrolla en la zona central de Australia y está protagonizada por Sam Neill, Bryan Brown, Hamilton Morris, Ewen Leslie y Natassia Gorey-Furber. Cuenta la historia de Sam (Morris), un aborigen que trabaja para un predicador (Neill), que le envía a ayudar a un nuevo vecino, Harry (Leslie) a renovar el vallado para su ganado. Harry es un violento bebedor que se cree con derechos sobre los aborígenes y se comporta violentamente con ellos, lo que desencadena una reacción aún más violenta. Por otro lado, la película Ammore e malavita, es un musical en el que sus asesinos cantan mientras disparan. Rodada en dialecto napolitano está dirigida por los hermanos Marco y Antonio Manetti y es recibida con aplausos y carcajadas en su proyección. En el filme se atreven con todos los estilos, desde el rock, el pop o el hip hop, pasando por piezas compuestas por el cantautor napolitano Nelson, hasta versionar grandes temas de la música romántica. La jornada concluye con la proyección, fuera de consurso, de Loving Pablo, de Fernando León de Aranoa, en la que Javier Bardem interpreta a Pablo Escobar en un filme que recibe una tibia acogida y que se acerca a un personaje real “que fue amado y todavía es querido por muchas personas” pese a las muertes y la violencia que provocó. Bardem comparte protagonismo con Penélope Cruz en el papel de Virginia Vallejo, la periodista que fuera amante del narco y que escribió un libro en el que se basa este trabajo.