La actriz alemana Christine Kaufmann, que pasó de ser una niña estrella en la posguerra a acaparar titulares por su matrimonio con el actor Tony Curtis y ganar un Globo de Oro, fallece a los 72 años. Kaufmann alcanzó la fama en su país a muy temprana edad. En 1954, con tan sólo nueve años, conquistó el corazón de los espectadores con la película Rosen-Resli, de Harald Reinl. Siete años más tarde debutó en Hollywood con Ciudad sin piedad, protagonizada por Kirk Douglas, que le valió un Globo de Oro por su interpretación de una víctima de una violación. A su primer trabajo en la meca del cine le siguieron otros como Terror después de medianoche (1962) y Taras Bulba (1962). En 1963, su matrimonio con la estrella de Hollywood Tony Curtis, 20 años mayor que ella, la convirtió en favorita de las revistas del corazón. El divorcio llegó cinco años después, momento en el cual decidió regresar a Alemania con sus dos hijas. En Alemania participó en series de televisión como El comisario y Derrick. Con el director Werner Schroeter rodó La muerte de Maria Malibran y a las órdenes de Rainer Werner Fassbinder Lola y Lili Marleen.