Día: 14 de febrero de 2012

Berlinale – día 6

No es muy común la presencia del cine de nacionalidad portuguesa en los Festivales de Cine. Si exceptuamos a Manoel de Oliveira, son contados los cineastas seleccionados por las muestras internacionales de cinematografía. La presente jornada de la Berlinale ha abierto las puertas a Tabú, tercer largo de Miguel Gomes que es una conmovedora historia de amor, en blanco y negro, ambientada en el paraíso perdido colonial africano. «Preparé mi filme con mozambiqueños en Portugal, hay una relación de afecto entre mi película y esas personas, mucha “saudade”, mucho amor«, explica el director, y añade que «es puramente cine romántico, sí. Lo que no le evita una visión desapasionada tanto del colonialismo como de lo que vino después«. Dividido en dos capítulos desiguales, «Paraíso» y «Paraíso perdido», precedidos por un prólogo relata la historia de Pilar (Teresa Madurga), una lisboeta que vive para el prójimo.

Was Bleibt, de Hans-Christian Schmid

Ha decepcionado la nueva propuesta del germano Hans-Christian Schmid. Francamente, cuesta reconocer, entre la timorata puesta en escena empleada en ella, al férreo narrador de films tan notables como STURM (2009), o, sobre todo, REQUIEM (2007). WAS BLEIBT no logra convencer plenamente por lo manso y cauteloso que se muestra a la hora de apurar el conflicto que describe la historia.

El film narra un fin de semana familiar. El punto de vista principal será el que incorpora Marko, el hijo mayor de una familia de clase media alta, que, junto con su hijo de cinco años, acude, desde Berlín, al hogar de sus padres, Günter y Gitte, sito en una pequeña población germana. La primera escena del film visualiza la entrega del pequeño por parte se la exmujer de Marko, antes de la partida. En el pueblo vive también, trabajando como dentista, Jakob, el hijo menor de la familia, quien acudirá a la reunión con su nueva pareja.

El elemento desencadenador del núcleo dramático del film será el sorprendente anuncio, durante la cena de la primera noche, que hace Gitte, la madre: abiertamente y sin posibilidad de enmendar su resolución, les confiesa a todos que hace dos meses que ya no se toma el medicamento con el que se está tratando una enfermedad que dura ya treinta años. Gitte se muestra cansada de esa lucha y sólo desea permanecer junto a los suyos el tiempo que su salud le permita.

A partir de aquí, comienzan a sobrevenir una serie de lógicas consecuencias emocionales: una concatenación de reproches y culpabilidades que dan al traste con la armoniosa previsión inicial. El guion pretende hurgar en las cicatrices incalmadas que vuelve a hacer escocer el definitivo planteamiento de Gitte. Volvemos al retrato familiar con muchas ropas rotas en un armario cuyo cierre acaba de ser reventado. El hecho de que el film, en sus primeros dos tercios, apenas si transcurra lejos de alguna estancia del hogar de los padres incrementa esa sensación de núcleo celular a punto de disección.

El problema principal de WAS BLEIBT es el exceso de celo que Schmid se toma a la hora de capturar las distintas reacciones de los pocos personajes convocados por la trama. Hay más frío que tensión. El realizador logra, sólo en muy contados momentos(los que tienen que ver con la relación de Gitte con Marko), acorralarlos a éstos, pues no acierta a hacerlos avanzar psicológicamente una vez se ha abierto el fuego cruzado de verdades verbalizadas.

Un film nada original, que, además está resuelto con cierta desgana. Se nota a la legua que el temor al desafuero torrencial de irritaciones mutuas le ha jugado a Schmid la mala pasada del pasmo contemplativo. Jugar a ser Bergman corre el riesgo de quedarte tan helado como agua Báltica de invierno.

Tabú, de Miguel Gomes

El interesantísimo creador de AQUEL QUERIDO MES DE AGOSTO ha sorprendido a toda la platea con la que hasta el momento, junto con la propuesta de los Hermanos Taviani, es la obra más arriesgada de toda la Sección oficial. Miguel Gomes, mediante la presente TABU, se postula como uno de esos apreciados cineastas que no entiende el oficio de cineasta sin conjugar el verbo experimentar.

TABÚ es una apasionante y osada experiencia cinematográfica. Una amalgama de texturas fílmicas y riesgos intencionales saldados con férreo descaro escénico. Gomes plantea una historia central que, de súbito, verá quebrada su continuidad, ante la irrupción de una línea argumental imprevista, capturada además mediante un trabajo escénico realmente opuesto.

Las primeras secuencias del film ya advierten de que el galo no se muestra complacido con los cánones expresivos habituales –y vulgarizados- a los que nos tiene acostumbrada la experiencia espectadora contemporánea. De la misma forma que, por ejemplo, los hermanos Cohen partían en su estupenda A SERIOUS MAN, aquí se inicia la narración mediante un prólogo completamente ajeno al relato posterior.

Una imagen en blanco y negro nos presenta a una suerte de explorador, de pie, parado, en plena sabana africana, mientras una pareja de siervos negros pasa a su lado . La textura del plano evoca rápidamente al cine mudo de los años 20. Una voz en off comienza a contar, incorporando un uso literario del lenguaje particularmente exhortativo, la historia de este señor, que concluye con una divertida reflexión en torno a la melancolía humana.

A continuación, la cámara nos presenta a Pilar, una mujer de unos cincuenta años de edad, que, pronto lo veremos, quizás inducida por un fuerte sentimiento religioso, pasa su vida intentando hacer el bien a su alrededor. El film, durante esa primera parte, sin abandonar el blanco y negro, promete una severa, extraña, no narrativa radiografía de la incomprensible soledad de esta mujer. Sin embargo, nada de esto ocurre, Gomes nos depara una extraordinaria sorpresa que centrará la mucho más larga segunda parte del film.

La historia da un giro radicalísimo gracias a un personaje, hasta el momento, nada más que secundario: la anciana vecina de Pilar, Aurora, una vieja mujer que vive cuidada por una criada de Cabo Verde y que parece decidida a gastar todos sus ahorros en el casino de Estoril. No daremos más detalles, pero un hecho originará la evocación memoriosa de la vida de Aurora, por parte de alguien que la conoce muy bien.

A partir de ese momento, Gomes impone una subyugante ocurrencia escenográfica: narrar la historia de Aurora encuadrándola audiovisualmente, gracias a la unificación casi suicida de dos soluciones formales y expresivas bien dispares: cine mudo y voz en off constante narradora de los hechos. Y no sólo eso, sino haciendo también que muchas veces la imagen no refleje lo que la voz está diciendo, sino que la combata con ironía, distensión y una sana excentricidad.

La película, gracias a lo bien calibrada que está esa combativa acumulación de engranajes escénicos, eleva pugnativamente un argumento típico de fotonovela amorosa o de folletín exótico, que, en algunos momentos evoca, relaborándolo, el clásico film homónimo de Murnau. Gomes demuestra un notable dominio de las artimañas, las reivindicaciones y las transgresiones cinematográficas, sacando adelante una intentona que, en otras manos, hubiera caído en el más oneroso de los despropósitos.

Desde un punto de vista analítico, TABÚ se sitúa a años luz de la estimable experiencia evocativa que ha supuesto THE ARTIST, la exitosa película muda de Michael Hazanavicius. La película de Gomes no es una recreación de los modos expresivos del desparecido cine mudo, sino un intrépido juego de disparidades constitutivas, todas reconducidas, calculadas, hechas bella, extraña, honda, pícara y corrosiva reflexión sobre los recursos que el Séptimo Arte se niega a emplear.

La Academia de Cine Europeo se dirige al público joven

La Academia de Cine Europeo (EFA) crea una nueva categoría de sus Premios: el Premio del Público Joven. La propia Academia se encargará de seleccionar tres película de temática juvenil que se proyectarán el día 10 de junio ante un público con espectadores de entre 10 y 13 años de edad en seis ciudades europeas (Amsterdam, Belgrado, Copenhague, Erfurt, Estocolmo y Turín), quienes votarán por el ganador. Con el objetivo de otorgarle cierta repercusión a la iniciativa la gala de entrega del Premio del Público Joven se celebrará ese mismo día en la ciudad alemana de Erfurt.(14/02/12)