Samantha Geimer, la estadounidense que en 1977, con 13 años de edad, fue violada por el director de cine Roman Polanski, se presenta ante el tribunal de Los Ángeles que sigue el caso para pedir que cierre la causa y cese su persecución al realizador francés. Geimer, de 54 años, acude al lugar acompañada por el abogado del director, Harland Braun, y declara a la prensa que estaba segura de que Polanski estaba arrepentido de lo ocurrido y afirma que se trató de un hecho «menos traumático» de lo que se supone. Al ser consultada sobre si consideraba que el director era un pedófilo, la mujer respondió que ella tenía «casi 14 años, no diez» y remarcó que para esa época ya era «una adolescente activa sexualmente«. En su momento, Polanski había reconocido haber mantenido un encuentro sexual con Geimer, en la mansión de Jack Nicholson, pero siempre se refirió a esa relación como algo consentido.